Gustavo Pérez y su juego infinito
El Universal, Adriana Malvido
09/07/2025
Sin necesidad de títulos o cédulas explicativas, hablan el barro y la geometría, la abstracción y la figura, los esgrafiados y dibujos sobre negros, blancos, ocres, azules, verdes. No hay palabras, pero sí poesía…
Cruzo la puerta hacia la galería del Seminario de Cultura Mexicana con la sospecha de que algo sucederá. Porque tanto silencio y tanta paz ya son privilegios ajenos a nuestra vida. Afuera quedan guerras, misiles televisados, desgracias de cada día, inundaciones, las noticias con las realidades más violentas y crueles de un mundo en manos de seres fuera de control. Y de pronto y de frente, el universo de cerámica que ofrece Gustavo Pérez en su exposición Juego infinito.

Sylvia Navarrete cita al artista en el texto que acompaña la exposición: “¿Cómo no seguir entregado a la arcilla, el torno y el fuego si se posee capacidad de renovación y disfrute al infinito?” Sin necesidad de títulos o cédulas explicativas, hablan el barro y la geometría, la abstracción y la figura, los esgrafiados y dibujos sobre negros, blancos, ocres, azules, verdes. No hay palabras, pero sí poesía. Sin sonido, la música entra por los ojos. La belleza penetra la piel y la armonía tomo por asalto las entrañas.
Columnista Adriana Malvido. Foto: EL UNIVERSAL
Gustavo Pérez reflexiona durante una llamada telefónica: “No evado la realidad, pero aquí no se trata de reproducir o de recrearse en el horror, la miseria humana, la política… todo eso tan doloroso que enfrentamos. Pero es indispensable mantener capacidades como la de acariciar una perrita que se acerca, hacer una sopa con amor y, en mi caso, enfrentarme al barro.